Lo que empezó como un hallazgo fortuito bajo tierra se ha convertido en uno de los descubrimientos arqueológicos más relevantes del sur del país. Luego de tres años de investigación, liderada por el Instituto Departamental de Cultura del Meta y respaldada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), se confirmó la existencia de un sitio arqueológico con vestigios que reescriben la historia de los Llanos colombianos.

Restos cerámicos, conservación de los restos óseos, cuentas de orfebrería con composición de oro, plata y cobre, y prácticas funerarias como la cremación en vasijas decoradas, demuestran una continuidad cultural entre las épocas prehispánica y colonial. Análisis de Carbono 14, Rayos X y estudios bioantropológicos permitieron precisar que algunos elementos datan de entre los siglos XV y XVII, durante el proceso de contacto entre pueblos indígenas y europeos.

“El término ‘Guayupe’ fue impuesto por los españoles, pero esta región pudo haber sido el hogar de múltiples comunidades indígenas con identidades y prácticas culturales distintas”, explicó el arqueólogo Juan David Acosta. El ICANH respalda esta afirmación y advierte que en el Meta podría existir la posibilidad de conocer de forma más detallada otras comunidades prehispánicas.

Además, una de las piezas analizadas, una cuenta metálica con alta proporción de oro (son pequeños elementos que se utilizan en la creación de joyas), abre la posibilidad de nuevas rutas de intercambio precolombino y colonial que hasta ahora no estaban documentadas en esta zona.