Por: Melissa Céspedes | @melissa_periodista
El pasado 29 de abril se registró un grave caso de maltrato animal en el barrio Vencedores de Villavicencio. Un cachorro, identificado como Max, fue brutalmente agredido, presuntamente por Alexander José Olivero, de nacionalidad venezolana, quien le habría fracturado dos costillas y ambas patas traseras. Tras la agresión, el animal fue abandonado cerca de un caño, según denunció la comunidad.
Vecinos del sector encontraron al perro en estado crítico, con dolor evidente y rastros de sangre en los ojos producto de los golpes. Al revisar las cámaras de seguridad y confrontar al señalado, el hombre habría aceptado la agresión, argumentando que actuó bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, pese a la existencia de videos y a su confesión, la Policía no pudo judicializarlo de inmediato, ya que el hecho no fue presenciado en flagrancia.
“Se dio inicio a un proceso investigativo ante la Fiscalía, donde se aportarán los videos como prueba para lograr una orden de captura”, informaron las autoridades. Tras la presión de la comunidad, el presunto agresor abandonó la vivienda donde residía.
El cachorro fue trasladado a una clínica veterinaria por Leidy Murcia, profesional que asumió su tratamiento, ya que los dueños del animal no cuentan con los recursos necesarios. Según la veterinaria, “el perrito se encuentra estable, pero aún requiere observación, medicamentos y terapias durante al menos un mes”.
Desde la Alcaldía de Villavicencio, el grupo Salva prometió apoyar el caso, pero según Murcia, hasta el momento no se han pronunciado con ninguna acción concreta. Actualmente, el tratamiento se sostiene gracias a donaciones ciudadanas.
Este caso ha generado una profunda indignación entre los habitantes del sector y activistas por los derechos animales, quienes exigen que el presunto agresor sea judicializado y que se fortalezca la respuesta institucional ante hechos de maltrato animal