Por: Melissa Céspedes | Periodista
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En la Cámara de Comercio de Bogotá se llevó a cabo el Primer Encuentro Nacional por la Orinoquia, un espacio en el que la gobernadora del Meta, los gobernadores de Guaviare, Casanare, Arauca y el Secretario de Gobierno del Vichada expusieron los avances, desafíos y apuestas que están marcando el rumbo de sus territorios. Con un enfoque que resaltó la riqueza ambiental y cultural de la región, los mandatarios coincidieron en la necesidad de transformar el modelo económico actual, desligarse de la dependencia petrolera y fortalecer sectores como el turismo, la agroindustria y la educación.
El Casanare: la agroindustria como eje de transformación.
El gobernador de Casanare, César Zorro, centró su intervención en la necesidad de redireccionar el modelo económico de su departamento. Enfatizó en las condiciones del Casanare para convertirse en una despensa agrícola del país, apostando por la seguridad alimentaria, energética y ambiental.
“Estoy convencido de que no solo la Orinoquía, sino Casanare, tiene todas las potencialidades para convertirse en una gran despensa agrícola”, afirmó.
El mandatario fue crítico con la manera en que el auge petrolero desvió la vocación productiva del territorio. “Tenemos un pequeño problema y es que nos petrolizamos. En nuestra diligencia se metió tanto las regalías del petróleo, que olvidaron su verdadera vocación” . A modo de ejemplo, lamentó que, siendo el tercer hato ganadero del país, Casanare no cuente con un frigorífico y aún tenga que llevar ganado a Bogotá para el sacrificio.
El mandatario presentó el Plan Agroindustrial de Casanare (PACA), una iniciativa que contempla la construcción de plantas agroindustriales como frigoríficos con línea de desposte, plantas de lácteos y centros de procesamiento que generen empleo, desarrollo e ingresos tributarios para la región.
Guaviare: resiliencia tras el conflicto
El gobernador del Guaviare, Yeison Rojas, hizo un recuento del daño causado por el conflicto armado y el narcotráfico en su territorio, pero también destacó la resiliencia de sus comunidades, que han optado por transitar hacia economías lícitas y sostenibles.
“Nuestra gente, nuestras familias, los campesinos han cambiado esa mentalidad de la coca por otras alternativas, por proyectos productivos, agrícolas y ganaderos”, expresó. Actualmente, Guaviare produce 183 mil litros de leche al día, lo que representa un ingreso mensual de aproximadamente 8.500 millones de pesos.
El gobernador Rojas también destacó el turismo como un eje estratégico para el departamento. “El Guaviare es la puerta a la Amazonía colombiana, donde termina el llano y empieza la selva. Eso nos hace especiales”, dijo. Señaló además que el departamento tiene tierras fértiles para cultivos como maíz, plátano, yuca y patilla, y una clara visión de sostenibilidad y protección ambiental.
En materia de articulación con el sector privado, mencionó una rueda de negocios con 30 mayoristas de turismo organizada con ANATO. “Ese trabajo articulado nos permitirá tener al Guaviare incluido en los portafolios turísticos de las agencias del país”.
Arauca: educación, productividad y transición energética
Renson Jesús Martínez, gobernador de Arauca, planteó una visión de desarrollo anclada en el fortalecimiento social. “Tenemos seis apuestas estratégicas. Entendemos que el desarrollo económico depende del desarrollo social, por eso la primera es la educación”, afirmó.
El departamento contará con la presencia de cuatro universidades y programas enfocados en mejorar la calidad educativa. En cuanto al desarrollo productivo, resaltó las cadenas de valor construidas alrededor de cultivos como el cacao (22 mil hectáreas), arroz (más de 30 mil hectáreas), plátano y ganadería sostenible, con un hato de 1.3 millones de cabezas.
El gobernador Martínez advirtió sobre los problemas de competitividad ocasionados por la falta de conectividad vial con Bogotá y otras regiones. “Las vías son fundamentales, y aunque hemos mejorado algunas, seguimos viendo grandes problemas”.
También se refirió al desafío energético: “Estamos haciendo esfuerzos por mejorar la prestación del servicio y la tarifa a través de proyectos de transición energética, con sistemas fotovoltaicos que nos permitan generar energía en nuestro propio territorio”.
En cuanto a la seguridad, reconoció que Arauca sigue siendo un territorio en disputa por grupos armados. “Es un tema complejo, con un conflicto de más de 50 años. Dependemos del esfuerzo del Estado Nación, pero hacemos todo lo posible para garantizar la seguridad ciudadana”.
Meta: desarrollo con sostenibilidad
La gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, planteó un enfoque centrado en la sostenibilidad integral del territorio. Expresó que el Meta ya no necesita salir a buscar inversión, pues hoy en día son las empresas privadas las que ven al departamento como un lugar atractivo para invertir.
“El departamento del Meta es el mayor productor de hidrocarburos, pero como eso le hacía daño a la biodiversidad, a los ecosistemas, todos los proyectos e iniciativas están embarcados en la sostenibilidad social, ambiental y económica”, explicó.
La mandataria señaló que el enfoque actual busca cerrar las brechas de pobreza y combatir el hambre, al tiempo que se protege la riqueza natural del territorio. Hizo un llamado de atención por la deforestación provocada por grupos armados ilegales: “No podemos hablar de desarrollo cuando estamos talando miles y miles de árboles. Me genera impotencia”.
El Meta cuenta con seis parques naturales y más de 1.3 millones de hectáreas protegidas, lo que refuerza su compromiso con la seguridad hídrica y los ecosistemas terrestres.
Vichada: entre la riqueza hídrica y el abandono estatal
El Secretario de Gobierno del Vichada, Hermides Joven Celis, tomó la palabra para denunciar el abandono histórico de su territorio. “Es triste ver que en algunos medios aún se preguntan dónde queda el Vichada, dónde queda Puerto Carreño”, afirmó, subrayando que su gente también hace parte de Colombia y merece atención.
Destacó que, a pesar de ser una potencia hídrica bañada por grandes ríos, el departamento no cuenta con agua potable ni energía continua en su capital. “En Puerto Carreño no tenemos agua potable. Tenemos un serio problema energético”.
El funcionario insistió en la necesidad de inversión pública para convertir al Vichada en la “despensa del futuro de Colombia”. Para ello, dijo, es imprescindible mejorar la conectividad y cerrar el gran déficit de infraestructura vial que afecta al territorio.
En conclusión, la Orinoquía alzó la voz en Bogotá para visibilizar tanto sus logros como las barreras que aún persisten. Sus mandatarios coinciden: es tiempo de dejar atrás la dependencia petrolera y construir una región basada en modelos económicos sostenibles, turismo de naturaleza, agroindustria y educación.
A pesar del abandono estatal, los conflictos armados y los problemas de conectividad, esta región se posiciona como una zona resiliente, estratégica y rica en recursos. Pero para que su potencial se convierta en realidad, el respaldo del Gobierno Nacional no puede seguir siendo una promesa lejana.
