Dime lo que piensas y te diré cómo actuarás

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Fanori Andrea Lozada Ríos

Psicóloga y Neuropsicóloga Clínica

Opinión 

Nuestros pensamientos tienen un poder enorme sobre nuestra salud física, mental y emocional. Según la corriente cognitivo-conductual, lo que pensamos influye directamente en lo que sentimos y, en consecuencia, en cómo actuamos. Por eso, la base de una actitud saludable no está solo en lo que hacemos, sino también en lo que pensamos.

Los pensamientos son como un buffet mental: aparecen constantemente, pero tú puedes elegir con cuáles quedarte. El problema es que muchas veces actuamos en automático, atrapados en pensamientos negativos que se repiten como un hámster corriendo en una rueda. Esto genera emociones como miedo, tristeza o enojo, y nos lleva a actuar desde esas emociones, aunque no sea lo que realmente deseamos.

Pongamos un ejemplo: quieres hablarle a alguien que te gusta, pero de inmediato surge el pensamiento “me va a rechazar”. Le crees, te invade la inseguridad y terminas alejándote sin decir nada. Así opera el ciclo pensamiento-emoción-acción.

La buena noticia es que sí puedes cambiar esto. Gracias a tu corteza prefrontal —la parte del cerebro responsable del razonamiento, el control emocional y la toma de decisiones— tienes la capacidad de observar tus pensamientos, cuestionarlos y elegir aquellos que te hagan sentir bien y te impulsen a actuar de forma saludable.

No se trata de magia, ni de pensar en positivo todo el tiempo. Se trata de tomar el control de tu mente, poco a poco, y entrenarla para elegir pensamientos que te ayuden, no que te limiten.

Empieza hoy. Escoge pensamientos que te generen bienestar, socializa con ellos y actúa en coherencia.
Tu vida puede cambiar si decides cambiar cómo piensas.
Es ciencia. Y funciona.

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